Por: César Suárez Rojas
Hace mas de 2000 años A.C. los nativos de las islas del Pacífico sur han valorado una planta cuyo fruto es conocido ahora como Noni. Los antiguos polinesios conocieron la planta medicinal de Noni, la cual era reverenciada por sus ancestros como una fuente de salud y longevidad, que permitía mantenerlos el equilibrio del cuerpo; inclusive fueron utilizadas todas las partes del árbol (fruto, hojas y semillas) para controlar la fiebre y cicatrizar las heridas.
Esta planta medicinal, crece en climas tropicales
y el fruto conocido como Noni, es del tamaño de una papa, cuando está madura produce un olor desagradable.
En 1955, el científico norteamericano
Ralph Heinicke pionero en el campo de la investigación del Noni, descubre
propiedades benéficas del fruto de Noni, cuando estudiaba las saludables
propiedades de la Piña encontrando XERONINA, un alcaloide que se encuentra en
las células de los cuerpos más sanos y que actúa como regenerador de células.
El Dr. Ralph Heinicke, tomo un corte de
Piña y un corte de fruta de Noni del mismo diámetro y grosor, allí, observó y
detalló que en la Piña podía identificarse una (1) sola molécula de Xeronina,
pero, en el Noni podía identificarse más de 10,000 moléculas de Xeronina.
En 1993, Jonh Wadsworth Bromatólogo y
Nutricionista, visita Tahití, conoce el fruto de Noni y sus beneficios, toma
contacto con el pueblo polinesio. Al volver a su país, profundiza los estudios
del Dr. Raplh Heinicke y desarrolla sus propias investigaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario